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Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español

Acaba de hacerse público el esperado informe Propuestas para la reforma y mejora de la calidad y eficiencia del sistema universitario español [documento completo en PDF], elaborado por una comisión de Expertos por encargo del Ministerio de Educación, y que realiza un diagnóstico del sistema universitario español y propone una serie de medidas para mejorar su calidad.

Dicho informe dedica un capítulo esencial a las materias de seleccion del profesorado mediante las acreditaciones ANECA y al uso de los sexenios como criterio para medir la calidad de las universidades, proponiendo cambios muy sustanciales. Sin entrar a valorar la conveniencia de dichas medidas, desde sexenios.com resumimos las propuestas más relevantes contenidas en dicho documento.

En lo que respecta a las acreditaciones, la Comisión propone modificar los baremos utilizados por dicha comisión (55% Investigación, 35% Docencia, 10% Gestión en el caso de los CU) de manera que se valore de forma mucho más notoria la Investigación (se propone que cuente hasta un 85%), se suprima la valoración de los méritos de Gestión, y se reduzca en gran medida la importancia de la Docencia. Se sugiere que esta modificación se realice con carácter urgente, dada, según los expertos, lo injusto del actual sistema de baremación.

Además propone un cambio radical en los actuales mecanismos de selección del PDI permanente con una doble vía de acceso a la universidad.

  1. Por un lado mediante la implantación del sistema de acreditaciones públicas (algo así como las antiguas habilitaciones), en el que sólo se podrían presentar como máximo el triple de aspirantes de las plazas convocadas (no se señala como se haría esta selección previa). Superada esta etapa, la comisión correspondiente, nombrada por la universidad que ofrece la plaza formularía una propuesta razonada de contratación tras una entrevista y/o prueba a los candidatos acreditados. De obtenerla un español o ciudadano de la UE obtendría la condición de funcionario. El único requisito para presentarse a dicha habilitación sería contar con el título de doctor.
  2. La segunda vía que se propone es la contratación directa e indefinida del PDI Doctor por parte de las universidades, lo que no otorgaría la condición de funcionario. El procedimiento de selección sería público y establecido por la propia universidad en uso de su autonomía, que indicaría la banda salarial ofrecida. La selección incluiría una entrevista y una prueba oral, ambas públicas. Estas plazas podrían ser convocadas, además, con un marcado o incluso exclusivo perfil investigador. En esta vía, no sería necesaria la acreditación previa de la ANECA salvo que las CAs y las propias universidades así lo establecieran.

Asimismo en cuanto a la contratación de PDI no permanente propone que las universidades incrementen la oferta de Profesores Ayudantes, con una ocupación de las plazas muy limitada en el tiempo y absolutamente improrrogable. Estos profesores seguirían un modelo «tenure track» con evaluación al quinto año (up or out – promoción o expulsión), siguiendo el modelo anglosajón. Como en el modelo anterior, deja la necesidad de acreditación en manos de universidades y comunidades autónomas.

Otro aspecto clave, para evitar la endogamia, es que se recomienda impedir cualquier tipo de contratación por una universidad de un doctor propio, salvo que éste hubiera estado previamente vinculado a otra universidad, institución académica o centro investigador reconocido, español o extranjero, por un período no inferior de 36 meses.

Los expertos proponen de este modo que, una vez implantado este sistema, se elimine el programa ACADEMIA y sólo se mantenga el programa de acreditación para el profesorado contratado (PEP), siempre y cuando universidades y comunidades autónomas lo estimaran oportuno.

Respecto a los sexenios, la Comisión aconseja que se potencie este proceso, dotando de mayor cuantia económica a los mismos (y de manera progresiva, de manera que el segundo y los consecutivos tramos tuvieran mayor cuantía económica que el primero), abriéndolo a cualquier miembro del PDI (no sólo a funcionarios y universidades con convenio) y realzando el papel de la CNEAI. No en vano en otro de los apartados del informe se sugiere que se use la tasa de éxito en las convocatorias de sexenios como un factor clave a la hora de financiar a las universidades o que sea requisito imprescindible contar con tres sexenios para ser rector, o dos para ser decano.

El informe contene otros muchos aspectos de capital importancia para la gobernanza y gestión de las universidades españolas, por lo que recomendamos encarecidamente su lectura. Finalmente cabe señalar que se trata únicamente de un documento que pasa ahora a fase de estudio por parte del Ministerio de Educación, por lo que aún no hay certeza de si dichas medidas se implementarán, en qué grado y cuándo en las universidades españolas. Lo que es muy evidente es que se avecinan cambios importantes en los mecanismos de selección y promoción del profesorado universitario.